«Ser bombero es más que una profesión, es una vocación noble y valiente. Cada día, alzamos nuestras voces contra el miedo y enfrentamos el peligro con determinación. En cada llamado de emergencia, recordemos que somos la luz en la oscuridad, el escudo que protege a los vulnerables y el símbolo de esperanza para quienes nos necesitan. Con cada acto de valentía, demostramos el verdadero significado de la entrega y el servicio. Sigamos siendo ese rayo de esperanza en el peor de los momentos, porque juntos, como bomberos, somos imparables.»